Alén marca la referencia de ambas distancias. El monte más representativo será nuestro último objetivo, que alcanzaremos a través de pistas y senderos entre bosques de eucaliptos. Ambos recorridos nos descubrirán un sinfín de vestigios del pasado minero de Sopuerta, como los raíles por los que se movían las vagonetas que trasladaban el mineral de hierro extraído en los yacimientos que poblaban la zona. Un último tramo entre rocas nos permitirá alcanzar los 802 metros de altura, desde donde divisaremos con una vista panorámica de 360º el maravilloso entorno que lo rodea. Si el día está despejado, alcanzaremoa a ver el mar Cantábrico. A partir ce aquí, afrontaremos la segunda parte del recorrido con alguna que otra sorpresa que merece la pena descubrir in situ.
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